+ ¿Y si nos hemos equivocado?

Tras la reafirmación nacional norteamericana ayer, muchos se pueden estar preguntando si no han metido la pata hasta las ingles apoyando a Hussein Obama.

No será el primero, ni el último, en darse cuenta de que Obama no es exáctamente como muchos han querido verlo. Resulta que Obama puede configurarse más como presidente de EEUU que como presidente de la internacional socialista, sus alusiones a las "poderosas tormentas", o a las llamadas a la unidad frente a la crisis, que achaca a un fracaso a la hora de tomar decisiones... Pero lo que más ha llamado la atención, por lo menos a mi, es lo siguiente:

No pediremos perdón por nuestra forma de vida ni flaquearemos en su defensa, y a quienes pretendan conseguir sus objetivos provocando el terror y asesinando a inocentes les decimos que nuestro espíritu es más fuerte y no podéis romperlo; no duraréis más que nosotros, y os derrotaremos.

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Resulta indudable que Obama va a la Casa Blanca con intención de aumentar el gasto público, algo que no le diferencia mucho de Bush, pero tampoco resulta muy claro que podamos establecer una diferencia clara frente a la actitud de Obama contra el modo de vida norteamericano que tanto odian los progres europeos.
Quienes esperen que Obama destruya a los EEUU desde dentro y lo convierta en un remedo bananero de la URSS añorada, desde Bin Laden hasta Zapatero, podrían encontrarse con que tienen delante de sí uno de los más firmes partidarios del modo de vida norteamericano. Consciente, quizá, de que sólo en la civilización occidental, y más concretamente en EEUU, un hombre como él podría llegar a presidente de los EEUU.

Por Maestre de Campo