+ Espeluznante apartheid feminazi

Podemos definir el apartheid como el régimen de segregación jurídico establecido en sudáfrica durante más de 3 décadas por motivos raciales. Desde esa perspectiva podemos citar las leyes de discriminación sexual del Reino de España como apartheid feminazi.
Resulta cuando menos inquietante que las autoridades no solo no muestren vergüenza, sino que se feliciten de imponer medidas claramente contrarias a los derechos humanos y que vulneran la dignidad humana por motivos sexuales.
En los últimos días hemos tenido que tragarnos campañas infumables, pagadas con dinero robado, en las que se inventa un mundo ficticio para justificar un gasto público que crece a un ritmo desmesurado al tiempo que las noticias sobre las leyes del apartheid son dejadas en un aparte.

En 2007 se produjeron 126.293 denuncias por violencia contra la mujer en España, registrándose el mayor número de ellas, 28.266, en Andalucía, y el menor, 749, en La Rioja, mientras que en Canarias se registraron 8.894, según los datos del informe "La justicia dato a dato 2007" del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

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Resulta sorprendente que el dato más relevante del informe del CGPJ no sea tenido en cuenta en la noticia, quizá porque haga falta dos requisitos: El primero tener cerebro, y el segundo saber contrastar la información y compararla.

Si hay más de 7000 denuncias contra mujeres por malos tratos y más de 1500 órdenes de alejamiento dictadas contra mujeres resulta sospechoso pretender que la violencia doméstica vaya de una dirección a otra y en un unico sentido.
En segundo lugar resulta interesante comparar esta información con la asunción, por parte de los encargados de aplicar estas leyes sexistas:

Es un fenómeno del que pocos quieren hablar, y quienes lo hacen para dar la alerta eligen el anonimato. Lo destapó por primera vez la jueza decana de Barcelona y explotó una fuerte polémica. Porque no existen cifras, tan sólo sólidas experiencias de magistrados, fiscales, abogados y asociaciones especializadas en malos tratos. Todos ellos dicen que cada vez son más las mujeres que, para acelerar los procesos de divorcio, se aprovechan del aumento de denuncias y de las ventajas de la ley integral de violencia de género para interponer contra sus parejas denuncias falsas por agresiones. "Siempre saldrán ganando, incluso cuando se enfrenten a un juez intuitivo que absuelva al presunto agresor. Saben que, tras someterlos a este cruel episodio, sus compañeros no volverán a pisar el domicilio familiar", advierten los expertos consultados por este periódico.

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Podemos aceptar un minimo de un 1% de denuncias falsas en cuestion de leyes de apartheid feminazi, como esta. En ese caso qué ocurre, señores feminazis, con las víctimas de las leyes sexistas? ¿qué pasa con aquellos contra quienes se dictan medidas cautelares sin constancia de actos delictivos?
La mejor manera de evitar daño a terceros no es hacer daño de forma indiscriminada, es castigar a los culpables, y solo a los culpables, eso es Justicia, lo que estamos padeciendo tiene otro nombre.

Por Maestre de Campo