+ Ha muerto Paco Umbral

Fallece un maestro de la columna periodistíca, culpable de que en este blog se coloreen ciertas palabras. Vaya este post en su memoria.



Referidos en El Mundo:

• Pedro J. Ramírez: 'Era el mejor escritor de periódicos'
• Obituario: Poeta con bufanda, por Alejandro Gándara
• Álbum: Umbral en el tiempo | Sus cosas | Dijeron de él
• Lea todas sus columnas | Foro: Envíe su adiós

08/06/1995 :

¿Quién les votó?
FRANCISCO UMBRAL

Esta misma pregunta se la hacía este periódico días atrás. ¿Quién les vota, quién vota a los chicos, a las alegres chicas del PP, que son así como las bellezas/Goldwyn de la derecha? Porque resulta que han salido, han ganado, han triunfado, pero todo el país parece ruboroso de lo ocurrido, apesadumbrado:

- Qué vergüenza, otra vez la derecha.

- ¿Por qué Felipe me pierde a mí unas elecciones?

En Francia estuvo de moda hace años el «complejo de derecha». Nadie quería parecerlo. Azorín, en tiempos, defendía a Maurras y la Acción Francesa con tanta ingenuidad como cortedad. Hoy nadie se atreve a defender nada de eso, ni el programa de Aznar ni las banderas nacionales de los genoveses ni el «socialismo» de Celita Villalobos ni las pagodas priápicas que ha puesto Alvarez en Madrid. El mediano comerciante de toda la vida, el redactor de un diario de derechas, el cura rojo, la progre que no hace un mes cantó a Lola Flores como «antifranquista», qué fuerte, todos ésos y otros muchos me lo dicen en el cóctel de última hora, cada día:

-¡Hostia!, que ya están aquí, y ahora qué.

De modo que éste no les ha votado, ni éste tampoco, ni aquél ni aquélla. No ha votado nadie al PP, pero se han comido más de medio país de una zancada.

Ha sido un voto de mala conciencia, de castigo, un voto sin convicción, pero también un deseo inaguantable de arregostarse un poco, a braga quitada, en las delicias de la derechona, en esa lavanda sociológica que es reconocernos todos como vecinos de Serrano, aunque vivamos en los espartales de Vallecas. Una cura de derecha, una temporada de derecha, ese dulce egoísmo de reconocerse uno, ante sí, como de derechas, integrante o adicto de las clases altas, las genealogías del barrio de Salamanca, el polo de Sotogrande y las bodas en los Jerónimos, ahora restaurados. Nadie les ha votado, ahora les niegan, fue el sueño de una noche de primavera sin sueño. Sólo que el sueño no se desvaneció al amanecer, sino que ahí estaban los duros y crudos titulares de los periódicos, con sus cifras más cruentas:

- Es increíble, no tenemos arreglo, somos un país incorregible, qué va a decir de nosotros el mundo- me comenta el catedrático que desayuna té a mi lado (yo desayuno whisky seco).

- Pues mire usted, caballero, el mundo no va a decir nada, entre otras cosas porque medio mundo es ya de derechas, y el otro medio las ganas.

- No puede ser, yo no he sido, qué va a pasar ahora, tengo mujer e hijos, me voy al exilio interior, me voy a Cuba con Fidel, a las Barbados.

La gran hipocresía nacional está dando su mejor espectáculo. Nadie les ha votado y están ahí, mandando en España, Madrid lo primero, con mogollón de votos. Aparte maniobras electorales, reconozcamos que el gentío ha chupado mucha alpargata en trece años de socialismo. Todas quieren vestirse en Godelia y todos quieren leer el ABC, que trae grapa. Me dice Anguita eso de que somos un país pendular. A lo mejor una cura de derecha, ahora, es para nosotros como lo que era una cura de aguas para nuestros abuelos. Pero ahí está el complejo de derecha, hasta entre las marquesas rojas, la jet que no queda y los últimos cisnes fondones del SEU. Temor a que vuelva el retrofranquismo, cuando nunca hemos salido de él. Lo que da la sociología de la calle es que no les ha votado nadie, pero España ha pasado a ser suya en una noche de banderas, palabras y claxons. Esto es el milagro de la Inmaculada Concepción, nadie quiere romperse ni mancharse. Espero encontrar en Embassy una marquesa sin complejos que me diga «he sido yo», para casarme con ella.

ACTUALIZACIÓN. Gallardón, también en el Mundo, homenajea a Umbral.

Por Prevost