+ Vete 2005, deja paso al 2006

Los años pasan muy deprisa, tal vez demasiado, y cuando menos te lo esperas ya estás abrazando otro que te ha caido de la nada. Después del coscorrón de darte cuenta que eres un año más viejo, normalmente, comienzas a vaciar tus recuerdos de todo lo vivido y plantearte, si has hecho bien, si has hecho mal y lo que no debes hacer para los futuros venideros. Nosotros hemos realizado ese backup en nuestra memoria y hemos llegado a la conclusión de que tenemos mucha suerte que el 2005 se vaya de una vez, y deje paso al 2006, que seguramente - a la fuerza- será mucho mejor y más beneficioso para todos. Queremos olvidar muchos acontecimientos, depositarlos en el cajón de los sueños rotos, de las esperanzas perdidas, de las ilusiones desvanecidas y centrarnos en este futuro próximo que nos traerá más alegrías y felicidad.

Queremos olvidar que, en el mes de enero del 2005, se detuvo a dos personas simplemente por pertenecer a un partido político y acusados de un delito inexistente.

Queremos olvidar que, en el mes de febrero del 2005, tuvimos que ver con nuestros propios ojos cómo se abría las puertas a la secesión del País Vasco en el propio congreso de los diputados.

Queremos olvidar que, en el mes de marzo del 2005, todavía no se ha hecho justicia ni se sabe la verdad sobre el asesinato indiscriminado de doscientas personas inocentes.

Queremos olvidar que, en el mes de abril del 2005, fallece Juan Pablo II y el presidente Zapatero no fue capaz de acompañar en el sentimiento a los millones de católicos que hay en este país.

Queremos olvidar que, en el mes de mayo del 2005, el presidente de la oposición - Mariano Rajoy- tiene que recordar a ZP qué es la libertad y las obligaciones que ella conlleva.

Queremos olvidar que, en el mes de junio del 2005, millones de ciudadanos salieron a la calle en contra de la negociación con los asesinos etarras y en contra del matrimonio homosexual y el ejecutivo de ZP no sólo los ha ignorado sino que los ha tachado de fachas, rancios y retrógradas fascistas.

Queremos olvidar que, en el mes de julio del 2005, once retenes murieron quemadas en un incendio en Guadalajara, y a día de hoy no sólo no se ha aclarado quién es el responsable político sino que se intenta depositar sus memorias en el baúl de los recuerdos.

Queremos olvidar que, en el mes de agosto del 2005, diecisiete militares del ejército español fallecieron en Afganistán al caer derribado su helicóptero y todavía el gobierno nos dice que fue culpa del viento.

Queremos olvidar que, en el mes de septiembre del 2005, Gas Natural lanza una OPA a ENDESA para controlar la energía en España desde la cuna del nacional-socialismo en Cataluña y cómo el ministro Montilla permite la operación a cambio de la condonación de un prestamo de mil millones de pesetas por la Caixa.

Queremos olvidar que, en el mes de octubre del 2005, se da en Francia el mayor ataque de jóvenes musulmanes contra la sociedad occidental que ha habido en la historia y todavía algunos siguen hablando de los beneficios del multiculturalismo.

Queremos olvidar que, en el mes de noviembre del 2005, se aprueba el estatuto catalán y España se tiene que convertir a la fuerza por el capricho de unos pocos liberticidas en una nación de naciones.

Queremos olvidar que, en el mes de diciembre del 2005, después de haber salido dos millones de ciudadanos en contra de la LOE a la calle, el gobierno aprueba esta ley deprisa y corriendo.

Por ello, porque año nuevo, vida nueva, intentaremos vaciar nuestra memoria de estos recuerdos amargos y centrarnos en que el 2006 no nos traiga tantos disgustos, tantos dolores de cabeza, y tan mal sabor de boca como el 2005.

Va por ustedes, Feliz Año 2006.

Por Chesk y Cruzcampo